lunes, 17 de diciembre de 2012

¡Vaya Santa Claus!

Scott Calvin es el padre divorciado de Charlie. Scott se encuentra enfadado porque la madre de Charlie, Laura, y su padrastro, un psiquiatra llamado Neal, le han contado que Santa Claus no existe. Mientras el enfadado Charlie visita a su padre el día de Navidad un ruido en el tejado hace subir a su padre que se enfrenta con el intruso que se acaba cayendo al vacío. El intruso accidentalmente muerto resulta ser Santa y debido a una misteriosa cláusula ahora Scott deberá ocupar su puesto.


No sorprende que una película de este tipo no destaque, lo que si es agradable es que no sea un total bodrio como otras tantas. Destinada a una época en concreto y a ocupar la parrilla televisiva de las fiestas navideñas entretiene lo justito sin más. Curiosa ante todo la transformación de Allen en el famoso regordete que es Santa Claus.

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