domingo, 1 de julio de 2012

El incidente

En unos minutos, en las principales ciudades de EE.UU., se producen unas extrañas y escalofriantes muertes que escapan a toda explicación. Elliot Moore, profesor de ciencias en un instituto de Filadelfia, intentando eludir este misterioso y letal fenómeno, se dirige a Pensilvania con su mujer, su amigo Julian y la hija de éste para ponerse a salvo; aunque pronto queda de manifiesto que ningún lugar es seguro. Pero, de repente, Elliot empieza a vislumbrar la verdadera naturaleza de lo que está ocurriendo...



Una película puede ser buena porque el actor esté muy bueno, porque cada plano tenga la duración justa, porque las frases sean geniales, porque a uno le haga reír (si es de risa) o llorar (si es lacrimógena), porque utilice las luces y las sombras para expresar sentimientos, porque tenga unos efectos especiales del copón, porque todo el mundo diga que es buena, porque cuente la historia de siempre y parezca original...

Incluso, una película puede ser buena por su mensaje.

The happening envía, directamente de sus imágenes al cerebro del espectador, un mensaje sencillo e impactante: nos estamos suicidando sin saberlo; nos cargamos el planeta sin parecer que nos importe y, cuando esté hecho unos zorros, habremos acabado con nosotros mismos, así, casi sin conciencia de ello. Y como inconscientes que somos diremos por la tele "han sido las plantas, ha sido el aire". Pues no, amiguete, ha sido un suicidio. Inconsciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario