En un mundo asolado por siglos de guerra entre el hombre y los vampiros, un legendario guerrero que destacó durante la última Guerra del Vampiro, se ha convertido en un sacerdote que vive en comunidad en las amuralladas ciudades controladas por la Iglesia. Sin embargo, cuando su joven sobrina es secuestrada por un grupo de vampiros que viven en los páramos, el sacerdote rompe sus sagrados votos y emprende su búsqueda decidido a vengarse de ellos, especialmente de su brutal líder. En esta aventura lo acompaña el novio de la chica, un sheriff y una sacerdotisa que pertenece a la legión de asesinos de vampiros y posee habilidades de combate sobrenaturales. Eficaz muestra de cine de vampiros ambientada en el futuro y con una estética que se mueve entre la ciencia ficción y el western. Las referencias fílmicas a lo largo de su ajustada duración son numerosas: desde Blade Runner a Aliens, pasando por Mad Max. Esa extraña mezcolanza es lo que acaba convirtiendo la cinta en un producto más simpático de lo que parece. La cinta - que homenajea, sin rubor, al cine fantástico y de terror de serie B - cuenta con un guión lacónico, una puesta en escena ejemplar y un reparto entregado, en especial un Paul Bettany adicto a los personajes con influencias religiosas (Ángeles y demonios; Legión |
Podríamos considerar que soy una especie de Langolier. Si bien estos bichejos devoraban el espacio y el tiempo, yo engullo películas. Así que por este motivo realizo este blog, donde habrán multitud de críticas a innumerables cintas que no paro de devorar.
miércoles, 18 de julio de 2012
El sicario de Dios
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario