lunes, 26 de marzo de 2012

Intocable

Philippe, un aristócrata que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie de la que saltan chispas.



¿Un rico parapléjico ayudado en su vida cotidiana por un joven de banlieue? Puerta abierta a las lágrimas fáciles y a los clichés. Nada de eso. Menos los dos protagonistas, nada es blanco o negro en esta película. Lo políticamente correcto desaparece en boca de un protagonista imperfecto, cruel, generoso… ¡humano! Inolvidable momento de la ópera, memorable actuación de François Cluzet, parapléjico cansado de la condescendencia de los demás. Las lágrimas son de risa y la gente aplaude en medio de la película.

Deliciosamente popular. Inspirada en una historia real.

Intocable.

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