miércoles, 30 de enero de 2013

El reino de los cielos

Siglo XII, las Cruzadas. Godofredo de Ibelin, caballero respetado por el rey de Jerusalén y comprometido con el mantenimiento de la paz en Tierra Santa, emprende la búsqueda de su hijo ilegítimo Balian, joven herrero francés que llora la pérdida de su mujer y su hijo. Godofredo convence a su hijo para que lo acompañe en su misión. Tras la muerte de su padre, Balian hereda sus tierras y su título de caballero en Jerusalén, ciudad en la que cristianos, musulmanes y judíos han conseguido convivir pacíficamente durante la tregua entre la Segunda y la Tercera Cruzada. Con una fidelidad inquebrantable, Balian sirve a su rey y, además, se enamora de la princesa Sibylla, la enigmática hermana del monarca.


No puedo imaginar una película mejor para aquel amante -como yo- de la Edad Media. La versión estrenada en el cine me dejó un tanto frío, pero el Montaje del Director convierte una película "pasable" en un peliculón, desde luego superior en mi opinión a Gladiator.

No les digo nada a los que van buscando cine iraní subtitulado en arameo, largas secuencias de un niño contemplando una paloma o un arenque -oh, qué plano emocional tan sugerente- y demás paridas. En definitiva: a los gafapastas-modernillos. Que se metan en el Starbucks con sus Mac, tal vez sean más felices.

Al resto, especialmente a los que se quedaron con la versión estrenada en Cine: dad una oportunidad al Montaje del Director.

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