lunes, 24 de septiembre de 2012

Poderosa Afrodita

Nueva York (como no). Una galerista convence a su marido (Woody Allen), periodista deportivo, para adoptar a un bebé. El marido, asombrado por la inteligencia del niño, quiere saber si su madre biológica es también superdotada; así que decide buscarla. Cuando consigue localizarla, resulta que se trata de una tierna prostituta, con muy pocas luces, que aspira a ser actriz.



Esta película es magnífica, tanto por el argumento como por el modo en que está presentado. La presencia de los dioses, tan prosaica a veces, con comentarios tan de sentido común, hacen de esta comedia una deliciosa y a la vez hilarante obra maestra.

Los diálogos son muy buenos, pero eso es habitual en las películas de Woody; es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados.
Es una historia tan bien tejida y cuyas piezas encajan tan bien, que es imposible no quedar satisfecho tras verla.

Excelentes personajes secundarios; además, es admirable cómo algunas situaciones que en otro tipo de película o bajo otra dirección podrían resultar inverosímiles y absurdas, aquí tienen una impresionante solidez argumental (por ejemplo, cuando el protagonista dialoga con los dioses; por cierto, muy bien interpretados los roles de los habitantes del Olimpo, especialmente Cassandra, figura mitológica por la que yo creo que Woody siente especial afecto).

Resumiendo: véanla y disfruten.

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