sábado, 11 de agosto de 2012

Ágora

En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia, filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo Davo se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso del Cristianismo.



La película consigue perfectamente acercarnos al interesante personaje de Hipatia, desconocido hasta ahora para muchos de nosotros, y situarnos en su contexto histórico.
Visualmente la película es impresionante, con una ambientación histórica muy cuidada artísticamente hasta el más mínimo detalle. Sólo por eso ya vale la pena verla.
Los acontecimientos en los que se basa la película ocurrieron en una época antigua pero son sobrecogedoramente actuales. Y en mi opinión eso hace más interesante la película. Para reflexionar largo y tendido. 

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