jueves, 21 de junio de 2012

El último emperador

Pekín, 1908. China se encuentra en plena decadencia. Pu Yi, un niño de tres años, es arrancado de los brazos de su madre, en medio de la noche, y conducido hasta la Ciudad Prohibida, donde es coronado emperador, pero tendrá que vivir recluido dentro de este recinto inaccesible... Todo se complica, más si cabe, cuando se proclama la República, Japón invade la region china de Manchuria y, finalmente... el dictador Mao se hace con el poder...



Todo lo que había oído sobre ella era que era un aburrimiento absoluto, larga a rabiar, tremendamente sobrevalorada y un tostonazo. Así que en mi mente me la imaginaba como un pseudo-documental, muy lento y sin apenas trama. Pero por otra parte, mi alma cinéfila me decía que con nueve oscar, por lo menos tenía que hacer un intento. Así que lo intenté. Y no me arrepiento para nada. Probablemente, al partir de que no me iba a gustar, me quedé gratamente sorprendida con la vida de ese hombre, de ese títere, que desde sus tres años de edad tuvo una vida ya escrita, creyéndose el dueño del mundo, y sin poder ser dueño ni de su propia vida.

Película MUY interesante, tremenda en sus imágenes, música, vestuario, interpretaciones. Interesante desde el punto de vista histórico.

No os dejéis asustar por sus minutos de duración. Merece la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario