jueves, 1 de noviembre de 2012

El exorcista

Inspirada en un exorcismo real ocurrido en Washington en 1949. Regan, una niña de doce años, es víctima de fenómenos paranormales como la levitación o la manifestación de una fuerza sobrehumana. Su madre, aterrorizada, tras someter a su hija a múltiples análisis médicos que no ofrecen ningún resultado, acude a un sacerdote con estudios de psiquiatría. Éste está convencido de que el mal no es físico sino espiritual, es decir, que la niña es víctima de una posesión diabólica. Por eso, con la ayuda de otro sacerdote, decide practicar un exorcismo.


Antes de ver la película había oido comentarios de amigos como "Buah, no se lo cree ni el Tato", "me partí el culo" o "¡qué ridícula!" Así que empecé a verla pensando que iba a ser algo mediocre. Pero desde el primer minuto el film captó poderosísimamente mi atención: la densidad del desarrollo de la historia, la complejidad de los personajes, la seriedad con que está elaborada... podía respirar la tensión en el aire. Quedé enganchado ante uno de los espectáculos más horroríficos y verosímiles que he presenciado jamás. El poderío de las escenas, la dureza de la historia y la soberbia actuación de los actores me dejaron impresionado.
Para mí marcó un antes y un después en el visionado del cine de terror, tomándola muy en serio (no en broma como mis amigos), y provocando en mí un profundo respeto.
Excelente trabajo y referencia imprescindible del mejor cine de todos los tiempos.

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