lunes, 25 de marzo de 2013

Recuérdame

Nueva York, verano del 2001. Tyler Roth es un joven afectado por el suicidio de su hermano, situación que desencadenará el divorcio de sus padres, incapaces de superar la traumática pérdida. Totalmente solo, y con una familia rota, conoce a una chica que hará que su vida vuelva a tener sentido.


La película puede ir gustándote más o menos durante su transcurso. Pero algo queda claro, y es que con el final toda la película queda justificada.
Actuación encomiable del señor Pattinson, y una historia que muestra conflictos cotidianos de una familia con su pasado y presente turbio, pero muy cercano al espectador por... (ver spoiler más abajo)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
SPOILER
...el final.
Que te digan que es el 11 de septiembre de 2001 justifica que hayamos visto como una vida con su más y sus menos acaba de esa forma tan cortante.
En un par de secuencias sin diálogos y de una forma de impactante nunca visto antes en el cine, con la cámara alejándose del Worl Trade Center precedido con la escritura en la pizarra, llega a dejarnos completamente helados. Es increíble la sensación que causa algo tan inesperado como eso.
Un hijo que muere a la par de su hermano cuando va a empezar a trabajar con su padre, con el que ha reconciliado a su hermana pequeña y por tanto salvado la vida.
Una vida insignificante, pero con acciones a primera vista insignificantes para el resto de personas, pero fundamentales para ellos.
Y con esa insignificancia se marcharon miles de personas, cada una con sus propias historias.

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